Desde la infancia, Karl Stanley tenia una idea fija: pilotar
su propio submarino y descubrir las profundidades submarinas y sus abismos. Lo
que parecía ser un sueño se ha convertido en realidad, Karl ha construido no
uno, sino dos submarinos él solo. Ahora podrá sumergirse a unos mil metros de
profundidad cuando le apetezca...
Karl es un americano de 36 años. Desde hace más de 12 años
vive en una pequeña isla de Honduras, Roatan y para financiar sus exploraciones
submarinas, propone, para los más aventureros, una inmersión en las profundas
aguas del Caribe, pasando por la barrera de coral que rodea la isla.
Su submarino es amarillo (no podía ser menos), se llama
"Idabel" (en honor de la ciudad de Oklahoma donde fue construido) y
puede transportar a dos pasajeros a la vez (además del capitán) para una
verdadera aventura.
Idabel es el primer submarino de la historia formado por
tres esferas de diferente tamaño y está diseñado para transportar con total
seguridad a tres personas a unos 3.000 pies (915 metros) por debajo del nivel
del mar.
Aunque su submarino no esté homologado ni haya conseguido
hasta ahora que ningun seguro le cubra, ya ha conseguido llamar la atención de
numerosos turistas que vuelven del viaje... encantados. Y aunque aún no haya
sido homologado (el incremento del precio a pagar haría que la gran mayoría de
sus clientes no puedan permitirse un viaje a bordo del Idabel), Karl nos
transmite total confianza. Y es que es un apasionado. Uno de verdad. Un
explorador pionero que construió un submarino con sus propias manos. Un capitán
que sólo pone una condición para montar a bordo: que sus tripulantes confien en
él.
A su lado podremos acercarnos lo más cerca posible de las
criaturas más extrañas que viven en lo más profundo del mar. Pero lo más
agradable durante este viaje, es que esas extrañas marinas son las primeras en
acercarse a la ventana del submarino para ver qué ser extraño se cruza en su
camino...
KARL E IDABEL
Mientras que muchas personas acumulan horas de trabajo en
laboratorios, en aulas de clase estudiando los océanos, muy pocas han acumulado
tantas horas observando directamente la vida marina como lo ha hecho Karl Stanley. Karl lleva más de 1350 inmersiones, a unas profundidades entre 500 y
2660 metros inmersiones a unas profundidades bajo el agua cuya duración varia
entre un par de horas, a unas 17h seguidas. Lleva acumuladas más de 3000 horas
pilotando un submarino, una cantidad que sólo un puñado de personas en la
historia han conseguido lograr. La historia de Karl y su submarino apareció en
el Nacional Geographic y en Discovery Channel. A su vez, Karl es miembro de la
Deep Submersible Pilots Association.