Algo me llamó la atención cuando ocurrió el último ataque de tiburones en California: el surfista tenía una tabla de surf de color "rojo eléctrico". Me acordé entonces, que los colores tienen una influencia en el comportamiento de los tiburones. En los cursos de prevención de ataques de tiburones nos hacen entender que hay que evitar llevar colores vivos como el amarillo, el naranja o el rojo. Entonces pienso… ¿qué hace ese surfista, con una tabla de surf roja, en la zona y la temporada del año más peligrosa de California metiendose en el agua? Si el color tiene su importancia para estos escualos, seguro que tiene algo que ver con el hecho de que los surfistas que fueron atacados últimamente llevaban colores muy llamativos y fosforitos.
Si los colores llaman la atención a los tiburones, hay otros colores que podrían echarles para atrás. Me he acordado entonces del Shark Camo, unas decalcomanías de las que su inventor, Griff McConal, no deja de presentar como siendo "repelentes de tiburones". Le vino la idea de crear este producto leyendo un artículo en el National Geographic que explicaba que diferentes especies de peces estaban protegidas de los ataques de estos escualos por el color de su cuerpo, completamente a rayas. Las rayas en animales marinos pueden evocar a los tiburones un pez con mal sabor, o un pez venenoso (ejemplo de la serpiente de mar).
En más de 10 años practicando surf en California con su Shark Camo, el inventor se jacta de no haber sufrido ningún ataque ni ningún encuentro con estos tiburones… Y como un caso en particular no demuestra nada, llevo a cabo un experimento con su decalcomania cebreada. Se fue a lo largo de Seal Island (La isla de las focas) en Africa del Sur, donde los grandes tiburones blancos son famosos por su comportamiento agresivo. Las tablas de surf que llevaban la decalcomanía no recibieron ningun bocado ni ningún golpe durante los 6 días de los esperimentos. (Ver video)
Sin embargo, faltan estudios científicos para demostrar que esos dibujos cebreados debajo de las tablas tienen un verdero efecto repelente. Aunque la teoría no sorprende a ningún experto: según el biólogo Terry Lilley, los tiburones tendrían tendencia tomar otra dirección en función de los dibujos y colores que perciben.
Como con el Shark Shield o con las pulseras Shark Shocker, es imposible fiarse a 100% de estos dispositivos de protección en la medida que algunos ataques de tiburones son completamente imprevisibles y suceden generalemente en un estado de frenesí alimentario de los escualos. Según su creador, el Shark Camo reduce el riesgo de confusión de las tablas de surf con otras presas de los tiburones como las focas o las tortugas.
Al contrario que los dos otros productos citados, el precio del Shark Camo es mucho más asequible (44,50 dolares) y permite tranquilizar a bajo coste los surfistas preocupados. Los dibujos del Shark Camo también han sido utilizados en lycras o trajes de neopreno y además, protegen de las picaduras de mesusas y del sol.
Lo especialistas de la cuestión deberían dar más y más consejos de prevención a los surfistas y a los bodyboarders. La cuestión del color de la tabla parece esencial. Si pudieramos afirmar claramente cuales son los colores de tablas de surf más seguros podríamos prevenir los ataques a los surfistas/bodyboarders. En el censo de los ataques, el color de la tabla debería tomarse en cuenta siempre para poder sacar conclusiones más precisas.
Hasta entonces, podemos utilizar este famoso Shark Camo, que se pega facilmente debajo de la tabla. Siempre es mejor que no tener nada, ¿no? Y además, ningún ataque ha sucedido a un surfista que tenía el Shark Camo (aunque aún así, no demuestre nada…).
lunes, 13 de agosto de 2012
miércoles, 1 de agosto de 2012
El submarino para viajeros curiosos...
Desde la infancia, Karl Stanley tenia una idea fija: pilotar
su propio submarino y descubrir las profundidades submarinas y sus abismos. Lo
que parecía ser un sueño se ha convertido en realidad, Karl ha construido no
uno, sino dos submarinos él solo. Ahora podrá sumergirse a unos mil metros de
profundidad cuando le apetezca...
Karl es un americano de 36 años. Desde hace más de 12 años
vive en una pequeña isla de Honduras, Roatan y para financiar sus exploraciones
submarinas, propone, para los más aventureros, una inmersión en las profundas
aguas del Caribe, pasando por la barrera de coral que rodea la isla.
Su submarino es amarillo (no podía ser menos), se llama
"Idabel" (en honor de la ciudad de Oklahoma donde fue construido) y
puede transportar a dos pasajeros a la vez (además del capitán) para una
verdadera aventura.
Idabel es el primer submarino de la historia formado por
tres esferas de diferente tamaño y está diseñado para transportar con total
seguridad a tres personas a unos 3.000 pies (915 metros) por debajo del nivel
del mar.
Aunque su submarino no esté homologado ni haya conseguido
hasta ahora que ningun seguro le cubra, ya ha conseguido llamar la atención de
numerosos turistas que vuelven del viaje... encantados. Y aunque aún no haya
sido homologado (el incremento del precio a pagar haría que la gran mayoría de
sus clientes no puedan permitirse un viaje a bordo del Idabel), Karl nos
transmite total confianza. Y es que es un apasionado. Uno de verdad. Un
explorador pionero que construió un submarino con sus propias manos. Un capitán
que sólo pone una condición para montar a bordo: que sus tripulantes confien en
él.
A su lado podremos acercarnos lo más cerca posible de las
criaturas más extrañas que viven en lo más profundo del mar. Pero lo más
agradable durante este viaje, es que esas extrañas marinas son las primeras en
acercarse a la ventana del submarino para ver qué ser extraño se cruza en su
camino...
KARL E IDABEL
Mientras que muchas personas acumulan horas de trabajo en
laboratorios, en aulas de clase estudiando los océanos, muy pocas han acumulado
tantas horas observando directamente la vida marina como lo ha hecho Karl Stanley. Karl lleva más de 1350 inmersiones, a unas profundidades entre 500 y
2660 metros inmersiones a unas profundidades bajo el agua cuya duración varia
entre un par de horas, a unas 17h seguidas. Lleva acumuladas más de 3000 horas
pilotando un submarino, una cantidad que sólo un puñado de personas en la
historia han conseguido lograr. La historia de Karl y su submarino apareció en
el Nacional Geographic y en Discovery Channel. A su vez, Karl es miembro de la
Deep Submersible Pilots Association.
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